sábado, 21 de junio de 2008

Quizás la verdad no esté ahí fuera

Esta semana me dispuse a comprar un libro en mi librería habitual.
Localicé la sección adecuada y empecé a buscarlo.
Lo busqué en la mesa donde suelen ubicar las novedades. No lo encontré. No hacía ni un mes que se había publicado.
Observé que la forma de distribución de los libros en la estanterías era por orden alfabético. Ya está, la "B". No podía ser. En su lugar tampoco estaba. Pensé... quizás con las prisas el encargado de la colocación de los libros podría haber cometido un error. Nada ni de forma desordenada lo hallé.
Así las cosas extendí ya mi búsqueda de manera aleatoria y nerviosa a todas las estanterías. Un sin fin de títulos y autores desfilaron frente a mis ojos. Nada.
Resignado, pensé que no había otra solución más que acudir a la persona encargada de la sección.
Antes de ello me tomé unos segundos... quizás no habrían adquirido el libro buscado!
Al disponerme a realizar la consulta vi que el libro estaba delante de mis ojos.
Quizás, a veces, la verdad no está ahí fuera.
En ocasiones nos empeñamos en buscar algo que realmente ya tenemos.

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